sábado, 11 de julio de 2009

Cómo frenar en diez pasos los berrinches de los chicos difíciles


Jo Frazer fue baby sitter ( o niñera) durante 15 años hasta que la cadena de televisión ABC la puso como protagonista de un éxito mundial que se transmitió en 47 países: “Superniñera”. Este es un show en el que ella encarrila a casos desesperados de niños maleducados, llorones y caprichosos, justo en el momento en que la familia entera entre en crisis- hasta convertirlos en angelitos.
Su libro Superniñera: Cómo conseguir lo mejor de tus hijos – en el que Jo revela las técnicas para civilizar malcriados - estuvo 17 semanas en la lista de best sellers del diario New York Times.
En él describe su método, que es tan efectivo como simple: ser consistentes, comunicarse claramente con los chicos y no premiar el mal comportamiento.
Estos son los diez consejos infalibles para convertir a un diablo en un primor:

1- No dejarse alterar por los berrinches: El chico hace un berrinche para llamar la atención, y lo logra porque nos dedicamos a calmarlo cada vez que lo hace. Si no consigue atraer nuestra atención, verá que no vale la pena repetir la escena.
2- No mirarlo ni hablarle mientras le dura el ataque de nervios: Que sepa que esos ataques no logran que los padres se acerquen a él, sino que logran que los aleja.
3- No enfurecerse con él: Sería demostrarle que tiene suficiente poder como para hacernos sacar de las casillas. No hay que decirle “ ¡Me arruinaste el paseo!” o “ ¿Por qué me hacés esto?”, sino que sepa que quien pierde es él. Lo que hay que decirle es: “Mientras vos gritás, yo me voy a tomar un helado”…¡Hay que ver como se le pasa todo!
4- Hablarle bajo y sin violencia. Que sea él quien haga silencio para poder escuchar a los demás .Es muy cómico verlos pasar del llanto furioso a preguntar gimoteando mocoso “¿Qué me dijiste?”. Nunca están desesperados, sino atentos a ver cómo reaccionamos
5- En pleno berrinche, hay que suspenderle toda actividad y retirarlo a su cuarto hasta que se le pase. Jo le da un minuto de penitencia por cada año de edad del niño. No es un castigo, sino un tiempo de reflexión solitaria al cabo del cual debe regresar a pedir disculpas por lo que ha hecho.
6- Si tiene berrinches en público, hay que ignorarlo, como si fuera en casa. Hay que ignorarlo, esperar que se agote de llorar y no hacerse mala sangre.
7- Hay que abrazarlo y mimarlo cuando no hace berrinches. Hay que hablarle mirándolo a los ojos para que sepa que lo amamos cuando no grita. Si sólo se le presta atención cuando está furioso, va a tener berrinches todo el tiempo.
8- Jamás hay que darle los gustos para parar un berrinche. Aunque sea algo que le corresponde, no hay que dárselo hasta que lo pida bien, mostrándose amable
9- Hay que permitirles expresar su frustración y broncas. Tienen derecho a exteriorizar sus emociones, pero no a maltratar a los demás .
10- No hay que darles explicaciones de por qué no puede hacer algo, ni intentar razonar con ellos : Decirle “Porque yo lo digo” no es tiranía , sino una respuesta que da seguridad y tranquilidad : ¡alguien está a cargo!. No hay que pegarles, sino quitarles privilegios. Tampoco hay que ablandarse con las lágrimas.

Ejercer la autoridad, poner límites y animarse a decirles un “no” rotundo da mejores resultados que decirles a todo que sí.
Como nos decía aquí Jaime Barylko, todo es cuestión de perderles el miedo a los hijos....¿ Tendremos miedo a que no nos quieran si les decimos que no?