miércoles, 27 de mayo de 2009

Los límites son necesarios


Para un hijo es importante afirmar su personalidad en esta época. Y es bueno que cada tanto pegue un portazo o te responda un “no” rotundo porque el quiere ser como él quiere ser . Y justamente, como a veces la personalidad la estructuran por oposición a los que les pidan los padres, los padres muy blandos y permisivos no son buenos padres de adolescentes, porque no les dan limites contra los cuales ellos deban enfrentarse para ser más fuertes y autosuficientes.Los adolescentes se oponen tanto a todo que nos dan ganas de decirles a todo que si para que no haya mas conflictos en casa ,. Pero eso tampoco es bueno. Ellos necesitan padres fuertes porque están probando su entereza , peloteando agresiones y oposiciones contra los padres como un tenista que práctica en un frontón. Nos van a tirar pelotas para saber cuan fuertes somos, y la pelota debe rebotarles encima . No puede pasar del otro lado, no pueden atravesarnos. Tienen una energía que les desborda, y si no somos firmes, es como agua en un canal que se derrama a los lados y no llega a ninguna parte. Los padres - con ganas o sin ellas- debemos ser muros de contención de esa energía, y marcar claramente cuales son los límites, de manera simple y clara , que siempre se trata de “ en qué momento tu capricho comienza a perjudicar a los demás “. . Solo asi la energía juvenil se topará con un muro que no puede sobrepasar, y tendrá que correr solamente hacia adelante como un canal de riego, para llegar adonde tenga que llegar. Asi que bajar los brazos y dejar que un adolescente haga lo que quiera es destruirle su autoestima y su entereza. Cada tanto hay que tener la firmeza de carácter para decir “ Hijo, hasta aquí llegaste, esto no lo puedo permitir, en mi casa esto no se hace” . Ellos piden limites a gritos y en la propia casa son los padres los que mandan. Se tarta de poner pocas reglas claras y simples, pero reglas firmes tiene que haber “ . Estas reglas tiene que ser pocas y claras . Si es necesario hay que escribirlas en la pared , y deben ser menos de diez. Esto te evita repetirlas como una letanía aburrida . No vale al pena hablar tanto, porque llega un punto en que ellos ya ni te escuchan. Si te sientes tentada a sermonearlos, come una manzana…o un chocolate, No seas redundante. Mucho palabrerío hace perder autoridad, Un buen jefe es el que logra que todo sepan lo que tienen que hacer ( porque ya está escrito en el reglamento) sin tener que recordárselo as cada empleado cada mañana la llegar al trabajo .Una buena madre es una buena jefa.

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