miércoles, 27 de mayo de 2009

Niños con capacidades diferentes


Mi hijo mayor aprendió a leer ante de cumplir dos años. Había un programa de televisión con monigotes de gomaespuma imitando a personajes políticos del momento que le llamaban mucho la atención que se llamaba "Canal K" , y que mostraba la K bien grande en la pantalla mientras repetían su nombre en una canción “ Canal K , Canal K, lo único que se puede ver en la televisioooón” . Mi hijo me señalaba la K , fascinado ver la correlación entre sonido e imagen. No es fácil ver letras k en idioma español, así que el pobre recorría la calle tratando de encontrar letras K en los letreros. Y como no las encontraba, empezó a preguntarme qué letra era cada una y cómo sonaba. Yo se lo explicaba a veces aburrida y otras harta, pero ponía la mejor voluntad para contarle cómo se llamaban las letras y que ruido hacían al pronunciarlas . Por supuesto, esto se prestaba a confusiones de iletrados, creyendo que la palabra “elefante” empieza con “L”, pero de a poco él solito fue dándose cuenta de que no era asi. Un día estábamos con el padre almorzando en una parrilla de Córdoba, estando de vacaciones. Martín , mi hijo, era tan bebé que usaba babero y estaba sentado a nuestro lado en esas sillitas altas para bebé. El padre y yo conversábamos y de pronto Martín exclama “¡Santa Ana!”. Imaginen un bebé diciendo eso de la nada. Me pegué tal susto que casi me caigo de espaldas, pensando que mi hijo había tenido una visión , una revelación mística...y hasta fantaseé con que se había dado cuenta de que yo tenía un halo dorado en torno a mi lamentable peinado vacacional, y que supo que su madre era una santa . Lo miramos y le preguntamos “ ¿ Que dijiste?” y con su dedito regordete nos señaló la etiqueta de la botella de vino blanco que estábamos compartiendo. En la etiqueta decía con imprenta mayúscula “ Santa Ana” . Le faltaban dos años para entrar al jardin de infantes… ¡y ya sabía leer!. Entonces yo pensé que mi hijo era un genio, un superdotado que ganaría las olimpiadas de lengua, matemáticas, ajedrez y perinola en el Mundial de Superdotados de Moscú para Niños con Pañal, o algo asi …Empecé a averiguar cómo potenciar su intelecto privilegiado. Lo hice escuchar Mozart y Bach al levantarse. Y aunque ya tarareaba solo Eine Kleine Nachtsmusik, lo hice escuchar a Schönberg. Alban y Bartok para que supiera de música clásica de vanguardia. Lo ayudé a construir sus propios juguetes , a descifrar acertijos, y se fascinó con el Sistema Solar y los nombres de los planetas y sus características. Aprendió un montón de animales vivos extinguidos. En el jardín de infantes sus maestras se quejaban porque él no quería participar en juegos grupales: solo quería leer en el rincón de la lectura, y se quejaba de que ya había leído todo y no traían libros más complejos. Cuando las maestras explicaba las letras, él bostezaba : ya se sabia el abecedario. En vez de pensar en darle una tarea extra o diferente, ellas se quejaban. Con esto supe que la escuela tiende a nivelar a los niños para abajo: el distinto molesta. Sin saber en qué escuela inscribirlo, descubrí un volante en la calle que hablaba de una “Escuela para niños con Capacidades Diferentes” . Apunté el dato y le pregunte a amigas y vecinas que sabían de esa fabulosa escuela y nadie la conocía…porque claro, ellas no tenían genios precoces como el mío. Conservé el volante pensando en inscribirlo cuando llegara el momento de entrar a la primaria. Cuando llegó el momento, lo quise inscribir y me dijeron “ No señora, esta es una escuela para chicos con capacidades diferentes por ser retardados o subnormales”. Flor de chasco el mio, me tuve que poner a buscar escuela otra vez y acabé inscribiéndolo en la estatal que nivela para abajo. Ahora que mi hijo superdotado está en la edad del pavo, me pregunto porqué no hay escuelas secundarias para niños con capacidades diferentes. Porque si un adolescente no logra atarse los cordones de las zapatillas a lo largo de 16 horas en las que su madre insiste en que se los ate , no logra quitarse un buzo manchado de mayonesa hasta tres días depués de que le rogamos de que use otro , no logra cortarse las uñas que sua como garfios hasta una semana más tarde de lo conveniente , y no logra llevar la carpeta de dibujo el día en que tiene dibujo ( lunes) , y una sabe que cada lunes le toca correr a la escuela a llevarle de urgencia la carpeta que jamás recuerda llevar…¡ No me digan que tu hijo no tiene capacidades diferentes!

No hay comentarios: